La piel escamosa es un molesto problema que torna el cutis áspero, seco y con dificultad para gesticular. Pero ¿Sabes qué lo causa?. Un adelanto: hay factores cotidianos que favorecen su aparición. Descubre cuáles son, aquí.
La piel escamosa
Es un estado de la piel, que se caracteriza por la pérdida de una de sus capas externas, la epidermis. La descamación se produce por el daño que causan ciertos factores en la piel, tanto endógenos como exógenos.
Consecuencias
1. Menos protección contra enfermedades y afecciones
Según el Blog de Dermatología de QuirónSalud, la piel es el órgano más grande del cuerpo y el encargado de conectarnos con el exterior. Por eso, funciona como barrera protectora contra agentes externos dañinos para el organismo, como lo son los virus y las bacterias.
Si la piel no está en óptimas condiciones, no puede cumplir su labor correctamente, por lo que quedamos expuestos a sufrir problemas de salud, pues quedamos susceptibles a bacterias o quemaduras.
2. Envejecimiento
La descamación puede profundizar las líneas de expresión (Clínica Estétika Médica) existentes, haciéndolas mucho más visibles o incluso que deriven en arrugas.
Las causas
De acuerdo a la Clínica Mayo, la piel escamosa se produce por dos motivos:
1. Enfermedades y afecciones
Algunas son:
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Linfoma
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Pie de atleta
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Hiperhidrosis
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Síndrome de choque tóxico
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Síndrome de Stevens-Johnson
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Psoriasis
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Dermatitis atópica
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Quemaduras
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Piel seca
2. Factores del ambiente
El daño también puede ser provocado por agentes cotidianos, entre ellos:
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Químicos (contenidos en medicamentos o artículos de limpieza, por ejemplo)
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Sol
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Viento
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Frío
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Humedad
Mascarilla, una aliada de la piel escamosa
La humedad es uno de los principales causantes de este estado en la piel. Y lamentablemente, uno de los artículos indispensables de estos días, la mascarilla, favorece el humedecimiento y, en consecuencia, la descamación del cutis.
¿Por qué se descama la piel al usar mascarilla?
Llevar mascarillas por más de 5 o 6 horas produce humedad (Dermatología del Hospital Universitario francés Saint Louis), porque el aire que exhalamos se concentra en este pequeño espacio, impidiendo que pueda limpiarse con el ambiente. Y a esto hay que sumar la fricción ocasionada por la respiración y el sudor originado por el calor.
¿El resultado? La piel se deshidrata, hasta el punto de descamarse, en especial en las zonas que entran en contacto directo con la mascarilla, como la nariz, la barbilla y las mejillas.
Algunas vitaminas ideales para la piel
Dentro de todos los tipos de vitaminas, siempre encontraremos una con propiedades y un objetivo dérmico que cumplir. Este puede ser combatir las arrugas, manchas, falta de luminosidad, algunas también son útiles para la flacidez y las ojeras. Elige la que mejor se adapte al problema que quieres resolver con tu piel.
Aprovecha las vitaminas simples, como la A, C y E, si buscas aclarar la piel, promover la síntesis de colágeno e inhibir la peroxidación de lípidos. La vitamina C puedes utilizarla durante un período de mucha exposición solar, ya que bloquea los radicales libres.
En cuanto a la vitamina E, esta tiene poder antioxidante, para proteger bien tus células, y además es capaz de borrar cicatrices, eliminar imperfecciones y esos pequeños granitos.
Cuando la vitamina A entra en la piel se convierte en su forma activa (llamada ácido retinoico), que ayuda a la regeneración celular y a la producción de colágeno, lo que hace más flexibles o elásticas las fibras de la piel.
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Ya conoces los factores que podrían originar escamosidad en tu piel. Sigue al tanto sobre este y otros temas sobre el cuidado del cutis, aquí. ¡Hay mucha ciencia wellness para ti!